jueves, 29 de enero de 2015

Luz y sombra



La Luz incansable en su estado puro es permanente, nos permite desvanecer las sombras, que también son nuestra realidad presente, mostrándonos el aprendizaje en nuestro proceso evolutivo a través del Color. 


La Luz - Color responde a nuestras realidades, se encuentra allí donde la necesitamos. Siempre dispuesta a mostrarse al ser que es capaz de mirar más allá de lo conocido, aquel que se atreve a sentir con una mente quieta, aquel que busca y encuentra, aquel que sabe disfrutar de los instantes únicos.
Nos acompaña en todo lo que tiene forma y en lo que no podemos describir o explicar con forma concreta: amor, sabiduría, discernimiento, alegría, paz... es decir, dentro de nosotros y fuera, a través de todo lo que nos rodea en cada matiz de color, en cada rincón, en cada silencio, en cada palabra o detalle insignificante de una forma sencilla y rápida.
Noche y día no se cansa de protegernos, nos baña y sana en humilde y perseverante silencio.

La oscuridad es estridente, genera ruidos molestos, se propaga, inunda, inquieta y te siembra dudas. A borbotones se expande llamando la atención con gritos desarmónicos que crean miedo y tensión. Si no estamos atentos, la sombra de la oscuridad nos envuelve  y nos arrastra al vacio de la nada.

La luz – Color en cambio es silenciosa, brilla en la oscuridad con sonidos y frecuencias-color especiales, llenándonos con suavidad la mente para impulsar el corazón. Silenciosa y profunda no discute ni se enfrenta, no grita ni demuestra, tan solo cuando nos abrimos a ella, se desliza para entregarnos su fuerza y claridad. ¡Posee tal fuerza¡ que es capaz de quemar y trasmutar todas aquellas emociones que nuestra personalidad anida y se resiste a cambiar.

Tan solo espera nuestra entrega, nuestra súplica y abertura para recibirla. Sin llamar la atención nos cubre con su manto de estrellas para poder continuar el aprendizaje por el camino de vuelta al origen.

La oscuridad tiene muchas caras, se disfraza muchas veces con envoltura dorada para rodearnos y nos vende falsos mensajes incubados en la mentira y el egoísmo humano.  

La luz –Color siempre espera que sepamos discernir y elegir el camino adecuado, confía en nosotros ciegamente y aunque caigamos en el vacío de la oscuridad se acerca para mostrarnos salidas rápidas donde poder volver a nuestra serenidad. Pero como no grita ni alardea, debemos de permanecer atentos y así descubrir sus mensajes y ayudas.


Si la mente esta quieta el corazón siente, escucha, comprende, decide, guía la acción inmediata y nos permite permanecer en serenidad.

Es tan fácil como pedir su ayuda y ser humildes en reconocer nuestro despiste para empezar de nuevo el intento de permanecer atentos.

sábado, 17 de enero de 2015

Una nueva visión evolutiva de la vida


  Una nueva visión evolutiva de la vida

2015 Año Internacional de la Luz

Luz – Color – Sonido


La vida al completo nos ayuda a lograr nuestro proyecto de vida, nos aporta todo lo que necesitamos para que tenga sentido.
Podemos encontrar el sentido de nuestra vida a través de la Luz y, sólo se alcanza la Luz atravesando nuestra sombra, ya que la luz sin la sombra no tiene sentido. Es muy importante recordar que nuestra sombra o, aprendizaje humano, no se traspasa ni se disuelve si no es a través de la Luz.
Dicho así parece difícil pero no lo es ya que la Luz como descomposición en colores y sonidos nos envuelve, rodea, acaricia o golpea según sintamos, veamos, vibremos, usemos, utilicemos, creemos, visualicemos…
Su frecuencia nos hace tomar consciencia en la medida que es percibido, aportándonos belleza, armonía, alegría, delicadeza, equilibrio o tristeza, miedo, suciedad, desarmonía, desconcierto, desconfianza…


En la medida que somos conscientes de la belleza, la armonía y las cualidades maravillosas que nos rodean y llevamos en nuestro interior, podemos transformar nuestra visión y actitud ante la vida.



En la medida que somos conscientes de la sombra y la oscuridad, penetramos en el sufrimiento a través de tristezas, juicios, enfados, rencores… entonces no podemos transformar la visión y sentido de la vida quedándonos en una visión generalizada y colectiva grabada a fuerza de información externa que nos inunda de dudas y miedo. Convirtiéndose nuestra visión y sentido de vida en desmoralizante o catastrófica e incluso denigrante.


Cuando estamos en la oscuridad necesitamos la luz para encontrar la salida; una vela, una linterna o lámpara… Cuando estamos perdidos y sin rumbo necesitamos para salir de ella igualmente la Luz de la intuición, nuestro ser interior, nuestro Ángel…

Externamente necesitamos la luz eléctrica para no perdernos o caer, internamente es la Luz de nuestra consciencia la que nos ilumina para poder vencer la oscuridad y lo hace de una forma fácil y cotidiana, hermosa y creativa a través del color, la música, la belleza, la creatividad…. Para poder a través de ello transformar nuestras actitudes y pensamientos desarmónicos por otros armoniosos comprendiendo en lugar de quejarnos o criticar el mundo o la vida que nos toca vivir.




Si camino con los pies en el suelo, es decir,

asumiendo conscientemente mi realidad cotidiana

puedo tocar el cielo con las manos

viernes, 2 de enero de 2015

Aceptar la vibración del Color-Luz en la vida



No es lo mismo aceptar que estamos cambiando, que aceptar que ya hemos cambiado, o que tan sólo queremos cambiar.

No es lo mismo aceptar que estamos de paso en esta vida que aceptar diariamente el paso de la vida.

No es lo mismo aceptar que venimos a la vida para aprender y evolucionar que aceptar el aprendizaje diario de la vida, sea el que sea.

Es fácil decir y explicar que venimos a la vida para aprender y afirmar que es necesario para nuestro proceso de evolución. En cambio cuán difícil resulta a veces vivir en armonía, circunstancias que no esperamos o nos incomodan. 

No es lo mismo aceptar que la vida tiene color, a aceptar que el color forma parte de la vida. 



El color forma parte del aprendizaje de la vida, de nuestra vida, y no basta con saber que la vida tiene color. No basta utilizar el color como una herramienta más, tan cotidiana y aparentemente normal como para no valorarla lo suficiente. El Color, como lenguaje de la Luz, inunda nuestras células de vibraciones elevadas si somos conscientes, es decir, si nos detenemos y observamos, si disfrutamos del instante que la vida nos ofrece, si sentimos la belleza de las pequeñas cosas, si respiramos la vida... Nos inflama armonía, alegría, confianza, silencio, fuerza, discernimiento, calma y sobre todo nos permite dar gracias por estar vivos.



Aprovechar la oportunidad de ser consciente de la frecuencia del color en nuestra vida, nos permite vivirla con una nueva actitud. Una nueva actitud, que nos permite aceptarnos tal cual estamos y sobre todo tal cual somos. Nos permite aprender de la vida sin preguntas ni porqués, nos permite aceptar que estamos de paso en la vida para vivirla intensamente sin que nada de nuestro alrededor nos afecte. Nos permite aceptar todo lo que nos rodea y a todos los que nos rodean, nos permite aceptar nuestro propio cambio con sinceridad y firmeza. Nos permite aceptar… Aceptar no es claudicar, aceptar no es conformarse, aceptar no es decir lo acepto desde la razón o la lógica del momento, aceptar no es algo vago, indefinido, no es una posibilidad en el tiempo en el que se está produciendo…. Aceptar es abrazar la realidad sin razonarla, sin quejas, sin comparaciones, sin expectativas, conlleva una actitud abierta y dispuesta a vivir lo que la vida nos ofrece diariamente aportando lo mejor de nosotros. Aceptar plenamente es, sentir una realidad diferente a la que teníamos,  sentir la diferencia tan grande de lo que tenemos con lo que realmente somos.

No es lo mismo tener miedo a ser miedo, no es lo mismo tener tristeza o enfado a ser tristeza o enfado. Sentir profundamente esa diferencia nos permite SER y que nada interrumpa nuestro proceso, ya que la Luz nos guía y, la Luz es color y, el color es sonido.

Actitud clave para vivir, aprender, comprender, cambiar, disfrutar de armonía y serenidad… para ser uno mismo realmente.

No olvidemos que el color es LUZ y la Luz es increíblemente creativa, eficaz, conveniente, especial y diferente para cada ser humano. Tan completa en si misma que nos ofrece a través del color una forma cotidiana y sencilla para poder ayudarnos casi en silencio, sin llamar la atención, sin etiquetas llamativas… simplemente proporcionándonos todo aquello que necesitamos de una forma fácil y cercana.

Desde la LUZ todo es posible, su vibración y frecuencia difuminada en mil colores y formas nos permite a través de su belleza exterior aceptarnos profundamente descubriendo una nueva mirada, una nueva visión y actitud ante la vida.