viernes, 25 de abril de 2014

Una jornada especial Sant Jordi 2014



Rosas y libros, belleza silenciosa para aquel que busca y sabe encontrar. Una jornada intensa y especial, un año más mostrando el trabajo realizado en la entrega obligada y alegre del camino que me pertenece recorrer.
Princesas y dragones, leyendas, cuentos, historias para vivir en el sueño inconsciente de una fiesta de tradición. Alboroto, sonrisas, abrazos, sonidos de alegría y algún que otro imprevisto que no puedes evitar.

Belleza, color, alegría, palabras de confianza en el ir y venir festivo, en el compartir amable del reencuentro y en las desconocidas miradas silenciosas y cálidas.
Profunda entrega sin necesidad de dirigirla, sin esperar nada en concreto para encontrar todo lo que la vida reservaba en el instante único del presente ventoso y soleado de este Sant Jordi 2014 que ya dejamos atrás. 

“La Música del Color” SpiritSoundColor llegó, ya sin esperar que llegase a una cita prevista, sin embargo nos permitió recibirla con alegría de fiesta y celebrarlo en este día especial.


Hoy en presente, sin alboroto, sin princesas ni dragones, la vida sigue mostrando la oportunidad única del milagro que la vida nos permite escuchar, descubrir y sentir, mostrar y compartir. 

Feliz día de hoy¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

sábado, 12 de abril de 2014

El tiempo



El tiempo pasa deprisa y al mismo tiempo se detiene en cada instante para ser eterno.


El tiempo pasa, sin ser conscientes de que el tiempo no es tan importante como nos aferramos a creer.



 
El tiempo me lleva a disfrutar del segundo y, entre segundos, siento y doy gracias. El tiempo me permite vivir intensamente y, aunque el tiempo del cuerpo anote cada noche un día más, mi corazón sonríe por lo que fue, lo que es y también por lo que traiga.


Un tiempo para todo y todo el tiempo en un instante, a veces lejano, otras olvidado y quien sabe cuántos harán falta para que nada perturbe la eternidad del tiempo presente.


Mientras tanto aparecen recuerdos, personas queridas o añoradas, sorpresas inesperadas, comprensiones e incluso atrevimientos sin razón posible y… sonrío, el tiempo pasa deprisa aprendiendo a vivirlo intensamente.


El tiempo no se mide en el espejo ni en la fotografías, tampoco en el carnet de identidad, el tiempo no tiene medida de tiempo real. Fuera, el tiempo corre desesperadamente, dentro, el tiempo se llama sentir, respirar, comprender.



El tiempo vacío de prejuicios avanza sin miramiento alguno, mejor dejarlo ir sin deseos vanos de un tiempo que no se sabe si llegará.


El tiempo es libre por eso no mira hacia atrás ni hacia adelante, la libertad total del infinito presente.

viernes, 4 de abril de 2014

Capacidad de sorpresa


Interés o seguridad, entusiasmo o comodidad, compromiso o no asumir responsabilidades… temas habituales en el día a día de hoy. Mi capacidad de sorpresa me sigue sorprendiendo y me gusta ser capaz de continuar sorprendiéndome aunque muchas veces sea desilusionador en apariencia. 


Resulta difícil entender que personas en su sano juicio, adultas y, aparentemente serias, de pronto se vuelvan esquivas, irrespetuosas e incluso hipócritas. Actitudes así resultan difíciles de entender porque no se entienden y mejor no perder el tiempo intentando entenderlas. Los motivos que puedan tener para tomar esa actitud no las justifican, tan solo podemos aceptarlas e intentar estar atentos para no imitarlas.

Parece ser que la comunicación sincera y el compromiso sean más un deseo que una realidad, sobre todo porque es la única salida para entablar acuerdos, formar equipos y conquistar mejores logros. ¿No es para sorprenderse que conociendo estas recomendaciones inteligentes basadas en ejemplos prácticos no se pongan en práctica?

Prefiero seguir sorprendiéndome sí, y lo hice esta semana una vez más, seguramente la que viene también lo haré y me alegro de que mi capacidad de sorpresa no se pierda entre desilusiones o esperanzas, mejor que solo sirvan de recordatorio para no caer en esas actitudes. 


Y me gusta sorprenderme porque la sorpresa también puede aparecer y manifestarse en pequeñas cosas hermosas, imprevistas y sencillas; una llamada especial desde un lugar lejano o descubrir los brotes que me ofrece el jardín cada día. Después de tres años viendo crecer un árbol espontaneo, por fin este mes nos mostró su primera flor y su primer fruto, dejándonos mantener el espacio sorpresa hasta descubrir cuál será su sabor. Y una vez más la sencilla y pequeña bolsa de pastor se atrevía ayer a nacer entre piedrecitas, en un lugar de paso. Sin miedo a ser pisada se mostraba con sus pequeñas hojas verdes en forma de corazón. 

¡Qué sorpresa más dulce y delicada! Me permitió sonreír, agradecer y olvidar de inmediato las anteriores sorpresas grises carentes de vida propia.