viernes, 23 de mayo de 2014

El color fuente de vida




La vida nos invita  a fluir dejándonos llevar en la armonía de un ritmo adecuado a cada uno de nosotros. Cada persona tiene diferentes vibraciones y matices de color que ha de descubrir, aceptar y potenciar para no perderse en las pruebas que la vida le ofrece durante la experiencia que llamamos vida.



Los matices de color no son más que cascadas, surtidores o chorritos de la fuente original de la luz. Fuente que nos permite beber de ella y nos ofrece todos los colores, matices y tonalidades adecuadas a cada uno de nosotros para poder reconfortarnos o saciarnos y seguir en el camino de aprendizaje evolutivo. 



Siempre la podemos encontrar cerca de nosotros, tan sólo hemos de permanecer atentos y dispuestos a beberla, es decir, disfrutar de todo aquello que la vida nos ofrece en el silencio interno de nuestra propia luz: color fuerza-tierra, color discernimiento-aire, color amor-fuego, color sentimiento-agua.



Sin beber de esa fuente nos convertimos en devastadores de nosotros mismos y de la vida en sí y por supuesto de la humanidad. Si en cambio la bebemos en cada paso, se transforma en apoyo, fuerza, alegría, comprensión, confianza… todo aquello que necesitamos para continuar con fuerza y confianza nuestro caminar diario.



Tener a nuestro alcance esa fuente-LUZ a través de su color en sus millones de matices, tonalidades y vibraciones, nos permite nutrirnos diariamente para evolucionar y discurrir por la vida, en armonía.

viernes, 16 de mayo de 2014

Amiga soledad


Día a día la soledad se filtra lentamente si no aceptas tu realidad y se manifiesta con sensación de tristeza, desesperanza o como una carga pesada de aceptar, incluso se puede registrar como una culpa por no haber hecho lo adecuado. La soledad, apenas está reconocida como una experiencia necesaria, vital y reconfortante. 

Nos han enseñado a temerla como si fuese una mala compañía, sin embargo ¡cuántas veces nos hemos sentido solos estando en compañía¡ Esta sí es una soledad terrible de sobrellevar, en cambio el espacio de soledad buscada que debemos encontrar todos a diario, es imprescindible para sentir la libertad de ser uno mismo. La sociedad nos vende necesidades obligatorias para ser felices en las que es totalmente recomendable y sano estar con… o tener… y nos envía mensajes subliminales para sentir la necesidad de compartir o encontrar lo que necesitamos fuera de nosotros. Puro marketing para que dependamos de todo y de todos.


La SOLEDAD ACEPTADA en cambio nos permite TIEMPO PARA NOSOTROS. Tiempo para escucharnos, conocernos y saber decidir adecuadamente, podernos respetar y no dejar de hacer aquellas cosas que amamos. Nos permite descubrir nuestras propias trampas y como vencerlas.

La soledad desde luego tiene también riesgos, puedes fácilmente encerrarte en ti mismo escondiendo tus sentimientos, dejar de compartir sin querer escuchar a los demás. 
Incluso inconscientemente puede arrastrarte  a escucharte tanto, que no solo te vuelvas egoísta, sino que te obsesiones de ti mismo y entres en depresión.

La gracia está en llegar al centro, al equilibrio de tener tiempo para todo. ¿Será cuestión de aceptar la soledad como una amiga y organizar bien nuestro día a día? Tenemos 24 horas cada día para escucharnos y escuchar único modo de saber respetarnos y respetar.

Para conseguirlo nuestra voluntad debe ser firme, no dejarse arrastrar por los demás ni razonar demasiado con nosotros mismos. La clave está, como siempre, en intentar vivir el presente, instante a instante, único camino de conectar con nuestro silencio, conciencia, o ser interior. En este intento buscar y abrazar la soledad es una oportunidad para encontrar ese silencio necesario para trabajar disfrutando, descansar respetándonos, compartir en tolerancia, para tomar decisiones y dejar que los demás también puedan tomarlas, disfrutar viendo como los demás disfrutan utilizando sus cualidades, decidir sin oprimir ni claudicar, para expresar con total sinceridad, saber colocarnos en el lugar que nos corresponde…


Y la gracia está en que aunque nos cueste lograrlo, merece la pena intentar disfrutar y aceptar la soledad como una buena amiga, ya que nos aporta un muy necesario aprendizaje para sentirnos bien y en paz.

viernes, 9 de mayo de 2014

¿Cuando cambiará la humanidad...?


Muchas veces oímos comentarios como estos; ¿Cuándo cambiará la humanidad? ¿Por qué los seres humanos no cambian? ¿Por qué las personas son incrédulas o por el contrario son fanáticas? ¿Por qué se han perdido los valores éticos? ¿Dónde quedó el espíritu de colaboración y generosidad?.....

Miles de preguntas formuladas con diferentes palabras para encontrar una única respuesta ¿Por qué no cambia el mundo?

La transformación de la conciencia humana es necesaria, diría que algo más que necesaria y esa conciencia ha de despertar en cada ser humano para que las cosas cambien, para que la vida se transforme. No depende de los demás, depende de cada uno de nosotros y, en alguna medida, todos somos responsables de lo que está sucediendo.

Hace unos días, escuchando la radio del coche escuché una conversación de una entrevista que hacían a una persona que no supe cómo se llamaba. Explicaba muy bien, con claridad y certeza la clave para comprender y responder a esas mil preguntas que se quedan en el aire y que muchas veces inquietan y preocupan. Esta persona explicaba su trabajo buscando fondos de ayuda para las familias de la India con algún miembro, generalmente niño, enfermo de cáncer. Casi al final de la entrevista le preguntaron cuando cambaría la humanidad y contestó con esta clara y rotunda frase: “Cambiará cuando el ser humano que se dice o identifica como “bueno”, se dé cuenta o asuma, que es tan “malo” como aquellos que ya están calificados como malos.

Realmente es así, ¿Quién es bueno o malo? Puso un ejemplo: ahora en Siria se critica el mal que han hecho matando tantos seres humanos, niños y no tan niños, y los etiquetamos de malos.
 
Los Estados Unidos en cambio, intentan frenar esa guerra, son los buenos y sin embargo son los que fabrican y venden armas. ¿Cómo podemos afirmar que son los buenos? Si no se fabricasen armas seguramente no habría guerras y se trataría de perseguir el diálogo.

Creo que es un buen momento de reflexionar en nuestras vidas y preguntarnos cuales son nuestros, “buenos y malos” en la vida cotidiana y preguntarnos qué hacemos nosotros tanto si nos encontramos en uno o en otro bando. ¿Qué es lo bueno y lo malo si no nos escuchamos profunda y sinceramente? O ¿Realmente intentamos ser buenos de verdad para nosotros mismos sin intentar engañarnos para continuar sobreviviendo en el engaño de la inconsciencia e ignorancia?

Buena reflexión para hoy y para cada día, reconocer nuestra soberbia en un mundo desnudo de belleza, en una sociedad que no valora en su gran mayoría la belleza, la verdad y la bondad.

Deberíamos preguntarnos más a menudo ¿Por qué no intento cambiar, sin preocuparme ni opinar de lo que hace el resto de la humanidad?