viernes, 9 de mayo de 2014

¿Cuando cambiará la humanidad...?


Muchas veces oímos comentarios como estos; ¿Cuándo cambiará la humanidad? ¿Por qué los seres humanos no cambian? ¿Por qué las personas son incrédulas o por el contrario son fanáticas? ¿Por qué se han perdido los valores éticos? ¿Dónde quedó el espíritu de colaboración y generosidad?.....

Miles de preguntas formuladas con diferentes palabras para encontrar una única respuesta ¿Por qué no cambia el mundo?

La transformación de la conciencia humana es necesaria, diría que algo más que necesaria y esa conciencia ha de despertar en cada ser humano para que las cosas cambien, para que la vida se transforme. No depende de los demás, depende de cada uno de nosotros y, en alguna medida, todos somos responsables de lo que está sucediendo.

Hace unos días, escuchando la radio del coche escuché una conversación de una entrevista que hacían a una persona que no supe cómo se llamaba. Explicaba muy bien, con claridad y certeza la clave para comprender y responder a esas mil preguntas que se quedan en el aire y que muchas veces inquietan y preocupan. Esta persona explicaba su trabajo buscando fondos de ayuda para las familias de la India con algún miembro, generalmente niño, enfermo de cáncer. Casi al final de la entrevista le preguntaron cuando cambaría la humanidad y contestó con esta clara y rotunda frase: “Cambiará cuando el ser humano que se dice o identifica como “bueno”, se dé cuenta o asuma, que es tan “malo” como aquellos que ya están calificados como malos.

Realmente es así, ¿Quién es bueno o malo? Puso un ejemplo: ahora en Siria se critica el mal que han hecho matando tantos seres humanos, niños y no tan niños, y los etiquetamos de malos.
 
Los Estados Unidos en cambio, intentan frenar esa guerra, son los buenos y sin embargo son los que fabrican y venden armas. ¿Cómo podemos afirmar que son los buenos? Si no se fabricasen armas seguramente no habría guerras y se trataría de perseguir el diálogo.

Creo que es un buen momento de reflexionar en nuestras vidas y preguntarnos cuales son nuestros, “buenos y malos” en la vida cotidiana y preguntarnos qué hacemos nosotros tanto si nos encontramos en uno o en otro bando. ¿Qué es lo bueno y lo malo si no nos escuchamos profunda y sinceramente? O ¿Realmente intentamos ser buenos de verdad para nosotros mismos sin intentar engañarnos para continuar sobreviviendo en el engaño de la inconsciencia e ignorancia?

Buena reflexión para hoy y para cada día, reconocer nuestra soberbia en un mundo desnudo de belleza, en una sociedad que no valora en su gran mayoría la belleza, la verdad y la bondad.

Deberíamos preguntarnos más a menudo ¿Por qué no intento cambiar, sin preocuparme ni opinar de lo que hace el resto de la humanidad?