viernes, 23 de mayo de 2014

El color fuente de vida




La vida nos invita  a fluir dejándonos llevar en la armonía de un ritmo adecuado a cada uno de nosotros. Cada persona tiene diferentes vibraciones y matices de color que ha de descubrir, aceptar y potenciar para no perderse en las pruebas que la vida le ofrece durante la experiencia que llamamos vida.



Los matices de color no son más que cascadas, surtidores o chorritos de la fuente original de la luz. Fuente que nos permite beber de ella y nos ofrece todos los colores, matices y tonalidades adecuadas a cada uno de nosotros para poder reconfortarnos o saciarnos y seguir en el camino de aprendizaje evolutivo. 



Siempre la podemos encontrar cerca de nosotros, tan sólo hemos de permanecer atentos y dispuestos a beberla, es decir, disfrutar de todo aquello que la vida nos ofrece en el silencio interno de nuestra propia luz: color fuerza-tierra, color discernimiento-aire, color amor-fuego, color sentimiento-agua.



Sin beber de esa fuente nos convertimos en devastadores de nosotros mismos y de la vida en sí y por supuesto de la humanidad. Si en cambio la bebemos en cada paso, se transforma en apoyo, fuerza, alegría, comprensión, confianza… todo aquello que necesitamos para continuar con fuerza y confianza nuestro caminar diario.



Tener a nuestro alcance esa fuente-LUZ a través de su color en sus millones de matices, tonalidades y vibraciones, nos permite nutrirnos diariamente para evolucionar y discurrir por la vida, en armonía.