viernes, 26 de julio de 2013

Huellas en el camino


                           Huellas
Pisadas de historias interminables con prisas distantes
Huellas fuertes y veloces que gritan a golpe de polvo
Huellas pequeñas y poco definidas, tímidas y escondidas
Huellas pesadas y húmedas con sabor a sal
En aquellas te reconocí y en otras me perdí,
con prisa fui buscando fuera hasta volver a mí.
Hay huellas divertidas y diferentes, ondulantes y cálidas,
temblorosas e indecisas que van y vienen sin rumbo,
otras sin embargo son sencillas, tranquilas y firmes,
no gritan, solo caminan dejándose llevar.
Allí me encontré un día, la mía y, me gustó
Allí pude descubrir otras similares

que junto a mí caminaban 

y sonreí
Contenta comprendí que ya no había que gritar,
ni dudar, ni detenerse, ni tan siquiera mirar atrás.
Mis huellas dibujan  mi camino, mi vida, mi sentir,único

camino que dibuja mi reencuentro interior. 
 

viernes, 19 de julio de 2013

El movimiento de la vida


 
El movimiento de la vida silencioso e implacable nos acompaña dándonos la oportunidad de dar los pasos y acciones adecuadas para alcanzar nuestro destino.
 
El movimiento de la vida tiene ritmo y armonía y sólo carece de ello cuando intentamos controlarlo, cambiarlo o dominarlo.
 
El ritmo y la armonía del movimiento parte de nuestro ser interno, de nuestro centro, de la conciencia de nuestro ser, la que lo mueve en la forma precisa pues conoce nuestro destino.
 
Cuando no aceptamos los movimientos o circunstancias de la vida se produce la desarmonía y el ritmo carece de orden, a veces empujándonos y otras deteniéndonos.
 
En ambos casos creemos que la vida no es justa, que no tiene sentido o no está bien diseñada pues no corresponde a lo que nos gustaría o deseamos, es decir, no cumple nuestras expectativas.
 
Expectativas dirigidas por el ego que lo hace crecer alejándolo de la única realidad que hay que aceptar y asumir.
 
Si por el contrario lo que realmente se busca es definir nuestra vida en la forma adecuada y que ésta tenga sentido, hemos de dejarnos llevar, confiados por el movimiento rítmico de la vida.
 
Este fluir nos proporciona todo lo necesario para vivir, experimentar, y llegar a nuestro destino con los deberes aprendidos.
 
Nos proporciona alcanzar la serenidad y alegría para sentirnos en paz comprendiendo y agradeciendo el camino recorrido.
 
El movimiento de la vida merece la pena aceptarlo y como las olas del mar dejar que… suceda.

viernes, 12 de julio de 2013

Del instinto a la intuición

Poco a poco voy incorporándome a un nuevo acercamiento a la visión y sentir de la actividad pictórica actual.
A veces me sorprendo y otras no encuentro la empatía suficiente que me permita vibrar. Me sorprenden las palabras escritas “instinto-intuición” que se repiten en los comentarios sobre la pintura de los artistas que exponen. Y me sorprende ya que sus significados son muy diferentes, sería mejor expresar, del instinto a la intuición.
Lo impalpable se hace realidad si tu lo sientes y creas.
El instinto es algo visceral que proviene de la parte física con recuerdos animales inconscientes de otras vidas que nos envuelven en las emociones bloqueadas, en cambio la intuición nos conecta con el sentir hondo del corazón, la conciencia o el ser interno, en un estado más elevado que el puramente físico que nos permite aprender para evolucionar.
La intuición, si la sabemos reconocer y vivimos en ella, nos permite saber que debemos hacer para aprender y reencontrar lo mejor de nosotros. En cambio el instinto, con su mochila de emociones, nos empuja a vaciar y mostrar aquello que una vez reconocido en nosotros podemos mejorarlo.
Recuerdo que hace ya unos 20 años quemé más de 500 cuadros porque en ellos estaban impresas mis emociones de tristeza, enfado y frustración. Fue mi instinto visceral e instintivo de supervivencia el que me llevó a vaciar a través de la pintura mis emociones enquistadas para poder vivir, o más bien sobrevivir. Un día descubrí y acepté mi propia realidad y fue la intuición la que me dirigió y me permitió cambiar mi actitud, dejando de vaciar a través de la pintura. Desde luego quemé los cuadros desde el agradecimiento de mi proceso ya que me permitía aprender a ser ética y honesta.
Debía empezar una nueva etapa más serena, más armoniosa donde debía mostrar lo mejor de mí y no lo peor.
Formar parte del privilegiado mundo del arte requiere impecabilidad, rigor y honestidad, ser consciente de la propia creación y su importante repercusión en el espectador.

viernes, 5 de julio de 2013

La Belleza aporta valores incalculables

Cada día más aumenta la comprensión de que el arte en todas sus manifestaciones espirituales, en su máxima expresión de belleza, aporta valores incalculables que ayudan interna y externamente al ser humano. En los momentos de crisis social en que se vive, el ser humano requiere, necesita y pide a gritos estímulos que le faciliten sentir otra realidad que le permita comprender el verdadero sentido su existencia.
Ayer al llegar al centro, me permití pasear por unos instantes en el jardín, como casi todos los días, para hablar con las flores y plantas, disfrutar de los olores, disparar mi cámara para preservar esos instantes de belleza únicos, sentir el silencio, los colores, la naturaleza… Tiempo para sentir la conciencia en mi, tiempo que, aunque parezca superfluo para algunas personas, es necesario para retomar la identidad verdadera de nuestro proceso evolutivo.
Los jardines nos muestran, nos expresan e inundan de poesía a través de elementos vegetales, formas, proporciones, aromas, colores que absorben la luz para revelarla de forma sencilla y cercana, haciendo visible la vibración de la belleza impalpable que es capaz de transformar al ser humano. Ondas de vibración que toman forma gracias a devas y ángeles que cuidan, protegen y potencian nuestro camino de forma silenciosa e impalpable. 
Me mostraron ayer en los Ángeles Llibrería un libro de Silvia Abascal “Todo un viaje” que habla de su experiencia de cambio  tras sufrir un derrame cerebral. Me lo mostraron porque había una fotografía de su primer dibujo, en sus primeros días de recuperación y cual no fue mi sorpresa de ver uno de mis dibujos de Ángeles del libro “Los Ángeles pura esencia de Luz”. Precisamente el Ángel de la evolución” estoy segura de que un dibujo tan sencillo como ese, con el mensaje profundo que conlleva, le proporcionó al pintarlo la comprensión que necesitaba en ese momento.
Tiempo necesario en forma de momentos e instantes únicos, que la vida nos permite para poder despertar la Conciencia y seguir adelante en nuestro aprendizaje de la forma adecuada.