viernes, 8 de marzo de 2013

Vivir de forma consecuente


Especial momento en el que se vive para no sólo plantearse volver a retomar los valores perdidos, sino para actuar con claridad, firmeza y sinceridad con uno mismo.
En las circunstancias en las que vivimos de colores inciertos e indefinidos, donde el amanecer se oscurece y la noche se vuelve interminable, sería recomendable vestirse de fuerza para continuar, despertar la alegría para creer y retomar la confianza para poder comprender que la vida nos está dando una oportunidad única que no se debería perder.
La niñez lo grita, la adolescencia lo pide y lo exige, y la juventud lo reclama porque lo necesita.
La adolescencia busca la verdad y observa a su familia y entorno sin poder encontrarla. Se revela y grita, se cuestiona y duda, le resulta dificil tomar partido entre su razón y sus sentimientos. No se le ha enseñado disciplina y no la acepta, de ahí que se pregunte ¿para que? sino hay una motivación aparente por la que luchar, ¿porque? sino tiene convicción interna. ¿Acaso la ve reflejada en su entorno?.
La libertad es una palabra especial y totalmente necesaria, la juventud la busca ya que el adulto se olvidó de creer en ella, y desde luego para encontrarla se ha de experimentar y tomar decisiones. De esta forma, ellos, la juventud, podrán encontrar su verdad.
El adulto, padre o madre, tiene la responsabilidad de mostrarle con su ejemplo que sí se puede vivir siendo honesto, consecuente y creativo en la vida, encontrando la propia verdad interna, valor necesario para vivir en armonía sintiéndote digno y merecedor.