martes, 16 de septiembre de 2014

Un tiempo para el permiso interno



Es un reto ser uno mismo y un éxito lograrlo pero nada es gratuito, puedes ser excepcional pero si no trabajas tus cualidades intensamente, esas en las que te distingues y te hacen ser diferente, tan solo serás uno más.

Nos educan para ser como otros, para pensar cómo piensan los demás y para dirigir nuestros pasos como lo dicta la mayoría de la sociedad. Nunca lograremos ser como los demás, es una batalla perdida de antemano, tampoco podemos ser mejores, tan solo podemos ser nosotros mismos, y eso sí, podemos ser nosotros mismos al 100%.

Ahí radica nuestra diferencia lograr ser nosotros mismos sin copias ni imitaciones. Podemos lograr nuestros sueños, ese es nuestro éxito personal e individual y repito, éste no es gratuito. Requiere esfuerzo, horas de trabajo y no flaquear, no escuchar las opiniones negativas de los demás, dejar de hacer cosas que la mayoría practica, por ejemplo: inundarnos de televisión o Internet, hablar mucho de lo mal que va todo, ir de copas…. Requiere también perder muchas veces horas de sueño y sobre todo se necesita encontrar tiempo para escucharnos. 


En ese tiempo “únicamente nuestro”, aprendemos a conocernos y saber qué es lo que hemos de hacer y “como hacerlo”. Sentimos la fuerza del corazón que nos llena de seguridad para creer en nosotros mismos. No nos dejamos influir  por los miedos de aquellos que perdieron por el camino sus sueños, seguramente porque dejaron de creer en ellos mismos y desde luego dejaron de intentar lograrlos.

Que mejor momento para darte un tiempo de permiso y ser realmente auténtico. Necesitas tiempo para sentir, expresar tu creatividad y actuar, tiempo de saborear instante a instante intentando ser consciente e intentando ir más allá de condicionamientos, hábitos o creencias. Tiempo para respetarte y dejar que surja lo nuevo en ti, tiempo para escucharte y comprender, tiempo para aceptar la infinita variedad de características humanas capaces de diseñar a cada uno de nosotros. Tiempo para descubrir el mundo interior que te guía; tu sonido, tu color, tu voz, tu aroma…disfrutando también del entorno; viento, palabras, dibujos, colores, sonidos,… la vida dentro y fuera de ti mismo.

No se te ocurra pensar y, mucho menos decir, que no tienes tiempo, sí lo tienes, 24 horas cada día, ¿no crees que puedes dedicar al día media hora para ti?, cuando lo pruebes le dedicarás mucho más, doy fe. 


Hace tiempo cuando casi había perdido mis sueños pensaba que una vida así sería aburrida y solitaria, sería triste y quién sabe si hasta peligrosa. Hoy sé y afirmo que es todo lo contrario, complaciente, serena, alegre, llena de aventuras diarias por disfrutar sin presión y sin miedo.