viernes, 3 de octubre de 2014

Recogimiento



La lluvia persistente ha peinado los girasoles del jardín, lentamente al final del verano fueron inclinándose hacia dentro. Poco a poco dejaron de buscar fuera y comenzaron a mirarse cada uno a sí mismo, sin observar su entorno, sin buscar ya nada. Quietos, solo mecidos por algún viento sorpresa, se dejaban acompañar por algunas hormigas trabajadoras y persistentes que seguían subiendo y bajando por su tronco recto y alto.


Sabían que llegaba el momento del recogimiento y se dejaron caer suavemente, con la humildad del que sabe mirar hacia abajo y en silencio.

El otoño de pronto los ha desnudado, sus hojas y pétalos han caído y su proceso llega casi al final. Un tiempo de reposo, recogimiento paciente en la espera de entregar el fruto.

Continúan estando bellos en su desnudez, ya nos es tiempo de lucirse, lo saben, tan solo esperar y entregar lo mejor de sí mismos. Cada estrella a dado forma a una pipa, alimento que nos ofrecerá cuando llegue su momento. 

Los he acompañado al interior cuidando que la lluvia no les haga perder su fuerza, agradeciéndoles su precioso y sorprendente proceso.

Es tiempo de recogimiento también para nosotros, los que vivimos en el hemisferio norte, tiempo para continuar con paciencia en nuestros procesos personales.


Ver caer las pipas, saborearlas y compartirlas será como sentir nuestros propios logros a lo largo de estos meses venideros. Podremos sentir su energía sintiendo el calor del sol guardado en su memoria mecido en nuestro interior.

Guardemos bien nuestro calor del corazón, protejámoslo así podremos disfrutarlo y compartirlo.