viernes, 17 de octubre de 2014

Vida consciente



El otoño dio comienzo entre sol y lluvia, calor y pequeños toques de color rojizo en los campos. Algunas hojas van desmayándose suavemente cubriendo con timidez algunos rincones de la naturaleza todavía húmeda y verde. Los alimentos van cambiando, las setas este año son generosas y nuestro cuerpo pide atención después del verano.

¡Cuán necesario es el cuerpo para proseguir el camino diario! Cada día tomo más consciencia del respeto que se le debe dar. A lo largo de mi vida, quizá por haber elegido una madre bastante hipocondríaca le presté poca atención, lo respeté lo justo y lo cuidé lo imprescindible. La verdad es que se portó muy bien y lo sigue haciendo, responde rápido y preciso desde hace ya unos años a mi atención respetuosa y consciente.

Del mismo modo que en el inicio del otoño las hojas van cayendo dulcemente, dejándose llevar por vientos aún suaves y cálidos, también es recomendable ir dejando atrás hábitos que conscientemente reconocemos, para que los vientos fríos y valientes del invierno, ya cercano, no nos encuentren cargados de viejas hojas caducas. Las frutas y hortalizas del otoño se dejan ver ya, para que empecemos una dieta apropiada, seamos generosos con cuerpo, preparémosle para disfrutar de un largo invierno.

Demasiadas hojas, demasiadas cargas por soltar, demasiados alimentos innecesarios, nos impiden ver muchas veces el camino adecuado y, nos hacen perder la perspectiva de la consciencia así como la ligereza de un cuerpo equilibrado. 

Muchas veces, confiándonos en "mañana ya empezaré" tenemos que pedir auxilio para ser rescatados. Disfrutemos de este otoño cálido sin olvidarnos de que ya es otoño, tiempo de desapego y recogimiento. Es totalmente recomendable ser generoso con uno mismo.

             

No hay comentarios:

Publicar un comentario